viernes, 30 de marzo de 2012

Invasión

Seguimos escuchando las explosiones. Es algo atroz. No hay descanso.
Hace más de 10 horas que comenzó una invasión que no esperábamos ni por asomo. Nos sorprendieron con los escudos desactivados, con los cañones sin preparar. Nadie esperaba que nos hicieran esto. Nadie.

Sus cazas de ataque y cruceros no encuentran defensa ninguna y avanzan con una facilidad terrible. Si esto continua así, no podremos plantarles cara durante mucho más. El canal de ayuda no responde. Estamos intentando recibir alguna transmisión, pero no cogemos más que interferencia y estática por los monitores.

No sabemos realmente cómo nos va ahí fuera, pero las previsiones no son nada halagüeñas. Desde este bunker civil ya estamos prácticamente incomunicados y, quitando alguna noticia vía onda corta, estamos totalmente aislados del mundo exterior. No hay noticias de otras zonas, no hay imágenes, estamos a ciegas. Apenas hemos podido llegar una decena a resguardarnos, ha sido un ataque brutal, planificado al milímetro para causar el mayor número de bajas en los primeros minutos.

Suponemos que vienen a por nuestros recursos naturales, nuestro agua, pero no han realizado petición de ningún tipo. ¿Qué es lo que quieren? Les hacemos los mejores precios de la galaxia, venderles más barato no nos sería rentable. No quieren negociar. No quieren sentarse a discutir una solución a lo que sea que ellos quieran. Han venido a conseguirlo todo por la fuerza. Es una raza agresiva y violenta, jamás nos habíamos encontrado con algo así. Su flota espacial es imparable.

Nosotros no estamos preparados para la guerra. Nuestro mundo no posee ningún ejército más que lo primordial para protegerse de algunos piratas. En esta colonia el 95% de la población es trabajadora. Mineros, agricultores, pastores.. La gente no está preparada para una ofensiva a gran escala como ésta. Han venido a exterminarnos.

.... .


Hace una hora que han dejado de escucharse las explosiones. Nos preparamos para salir. Nos tememos lo peor, pero tenemos que verlo. Ya no recibimos ninguna comunicación del exterior, y no sabemos que estará pasando ahí arriba.

Apenas podemos respirar al salir, debido a la gran polvareda que hay. Cuando se va despejando y conseguimos ver algo, nuestras pocas esperanzas se rompen como un castillo de naipes. No queda nada en pie. La ciudad que representaba la prosperidad y riqueza del planeta, ha sido reducida a cenizas.


De repente, un láser rojo se me para en el pecho. Escucho una detonación y algo me atraviesa de lado a lado. Se me nubla la vista, aunque antes de caer al suelo, consigo ver a mi atacante.


- Malditos seáis, humanos, jamás debimos hacer tratos con vosotros...

1 comentario:

Deja tu comentario, mortal.